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El voyerista
Por Alfredo Guzmán
• ¿Lloviendo en la milpita?
La naturaleza ha tratado bien, hasta el momento al estado de Guerrero. Las autoridades informan puntual, que hay que tener cuidado.
Lluvias copiosas, que generan en el campesino, buenos augurios, en los urbanos, zozobra e incertidumbre, luego de que acostumbrado al desastre y a la falta de previsión, la corrupción de ciudadanos y autoridades, unos por invadir espacios de flujos acuosos y otro por permitirlo a cambio de un estímulo, son la cotidianidad.
Algunas personas duermen con el Jesús en la boca, solicitando indulgencias al pecado, que sólo Dios y el pecador o pecadora conocen.
Las lluvias, para algunos es mal tiempo. Para mí es gloria, pues mientras que en algunas zonas del país, ya sienten el efecto de la contaminación, y de los efectos de la elevación de la temperatura en los polos, hay quienes compran refinerías, construyen otras y rehabilitan las que se tienen, pensando en cómo usar un dinero, que no les pertenece y que dilapidan en obras, que en breve dejarán de ser útiles.
El anuncio del gobierno de los Estados Unidos de América, en el sentido de que para 2035, dejarán de construir automotores que usen gasolina, diésel o cosa parecida y que sólo se harán autos eléctricos, establece una respuesta con sentido común.
En Morena, ya se pusieron de acuerdo y tienen dirigencia estatal, donde los actores, sacaron de su ronco pecho, artes que dibujan el nivel de aprendizaje de esos actores en sus vidas pasadas.
En Salubridad, Beatriz Vélez Núñez será hoy receptora legal de miles de votos, que la harán líder de nueva cuenta, de los trabajadores y defensora de sus derechos laborales. Lamento que mi amigo y representante de la planilla Roja, haya realizado una campaña similar a las ya hechas en otras elecciones, sin aprender a ser oposición.
Cuando los ahorros no se ven, no sirven para adquirir los insumos que hagan realidad de que ahorro bien invertido, te saca de problemas, es ahorro que no existe.
Cuando se anuncian pagos a los becarios del sistema y no se concretan, establece que el dinero que había guardadito, ya se terminó y que quizá no haya para lo que no se previó. Gastar, sin producir riqueza, sin promover desarrollo, trastoca todo.
Que no alcance para los útiles escolares, para el mercado, para comer, para el gas, ni las tortillas, pega al bolsillo y a la mentalidad.
Que el tiempo se empiece a acabar y que los proyectos salgan, aunque no funcionen como se previó.
Que el informe de labores anuales, se realice en lo oscurito, y sin gente que critique, ni diputados que hagan su postura política, marca una modalidad.
Que llueva en la milpita, que no haya destrozos y que crezca la planta que al rato nos dará de comer, es lo deseable.
Deseos, anuncios, tropiezos, golpes bajos, venganzas a los que criticaron y no saben quién manda o cómo masca la iguana, traza la cotidianidad verdadera.
Que los políticos se peleen en público y que en lo oscurito reciban promesas que no se podrán cumplir, es de nueva cuenta, lo común.
Que este primer año, sirva a la gobernadora Evelyn Cecia Salgado Pineda y a todos los munícipes, que la unidad obliga a cumplir los compromisos, que son complicados realizar, pero si no es así, no se siembra para el futuro.
Y que llegue el dinero para las obras, es lo deseable. Enhorabuena.