El voyerista
Por Alfredo Guzmán
• ¿La política, el embrujo y la UAGro?
Ayer 30 de septiembre del 2022, fue un día especial para la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) y el rector José Alfredo Romero Olea, en su primer informe de labores.
La palabra que más se repitió en todos los discursos, fue “gracias”, 263 veces.
Eran las 10:30 horas y el evento no empezaba. La gente animada, dos años en claustro por la pandemia sin verse, se volvieron a ver. Muchos y muchas ya no están. Inicia a las 12 horas.
La cita fue el Fórum Mundo imperial de Acapulco. Abrazos y emociones a flor de piel. Acto masivo aún en tiempos de guardar. Senadores, Manuel Añorve Baños y Nestora Salgado. Diputados federales y locales. Ediles, funcionarios municipales, estatales y federales.
Y el plato fuerte, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, en un informe de rector. Cosa rara, sólo recuerdo otro evento similar con Gabino Olea, cuando llegó Rubén Figueroa Alcocer a su 1er informe de labores.
El rector José Alfredo Romero Olea, feliz, rodeado de su familia, administración, de ex rectores como Hugo Vázquez, Marcial Rodríguez Saldaña y el poderoso primo y mentor Javier Rodríguez Saldaña, ovacionado varias veces. Robó cámara, pero sin ofender.
Jesús Poblano, organizando detalles. Le informan que en la puerta no dejan entrar a la Secretaria de Salud de Guerrero, la universitaria y médica investigadora Aidé Ibares Castro, no la conocen.
La moda vestir regional. Presumiendo palmitos, como Carmen Enedina, subsecretaria de educación superior federal. Quien agradeció el gesto del rector, quien le llevó vestido hasta México, para que regresara portándolo. Lo lució.
Pregunto por Florentino Cruz Ramírez ex rector y cácaro de Difusión Cultural y me informan que anda hasta la península de Yucatán, luego de que lo corrieron y sacaron sus cosas de su oficina en el IEPA- IMA, dependencia, creada por él en su periodo.
Ingresa el líder sindical académico Ofelio Martínez y le entregan un gafete con las siglas A1. Alguien se acerca y le recuerda que el A1, según las indagatorias, fue quien ordenó la muerte de los estudiantes de Ayotzinapa, esconde el gafete y sigue caminando, asume que es humor negro.
Ahí anda Rogelio Ortega Martínez, ex gobernador, y acompaña al hijo mayor del tres veces rector Rosalío Wences Reza. Todos bien sentados. El anunciante se cansa de llamar a que ocupen sus lugares. Imposible llamar al orden en el desorden, pero sin salirse de control.
La universidad se observa vieja. La mayoría de sus líderes rebasan los 50 años. Y este año se cumplen 50 años de la Universidad Pueblo y nadie sabe qué se festeja. Muchos estudiantes no nacían.
2 años de pandemia, sismos, obligan a Universidad Virtual, que en breve será presencial, con programas renovados y vanguardistas, como el de Educación media y Superior, dice el rector.
Equilibrios financieros, a diferencia de universidades con mayores finanzas. Plan de austeridad institucional, ahorro y eficiencia, con transparencia.
Educación de calidad y accesible para los guerrerenses. Herencia con la Universidad Pueblo (UP), le sigue con Inclusión Social y ahora el nuevo proyecto es la UAGro, un bien común de Guerrero.
Los discursos del rector con Carmen Enedina y la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, invitadas de honor, se cruzan, coinciden, son uno solo.
Convertir a la UAGro en más incluyente, más integración e identidad, con respeto a derechos humanos y de género. En pro de la paz, cercano a los pueblos originarios, proyecto democrático.
Consolidar la UP, mezclarla con Inclusión Social y generar un Bien común.
Derechos, dignidad, género, principios universitarios. Y valores de una universidad que hoy brilla a nivel nacional con bajo presupuesto, luego de que la sigue castigando la federación, aun y que ya se redimió.
¡Y Cuauhtémoc será inmortal!, gritaba el tenor Martín Rangel, que asegura que a sus 60 años sigue jugando futbol.
Enhorabuena.