Por César González Guerrero.
Si las despedidas siempre son tristes, es más nostálgico despedir el legendario “año viejo”.
En México, en Guerrero y mi tierra Copala, es un evento tradicional e histórico, que nos permite revisar y evaluar los sucesos que enfrentamos durante más de 365 días. Como suele decirse, nos enfrentamos, y a veces superamos, las malas situaciones que día a día se nos presentan.
En todos los hogares, sin ninguna distinción, sufrimos enfermedades y fallecimientos de seres queridos y amistades, que nunca desearíamos a nadie, y que, sin embargo, más temprano que tarde llegan. Estos “males” son los que despedimos en el último día del año.
Todos deseamos pasar con vida y sanos al “año nuevo”, por ello el 31 de diciembre, a las 12 de la noche el Abrazo es el símbolo de la alegría y felicidad de la gente que sobrevive y logra avanzar al año siguiente. Las penas y tristezas quedan en el “año viejo” y se presentan nuevas expectativas y esperanzas de un futuro mejor.
Hombres y mujeres de todas las edades expresan los mejores deseos, verbales y escritos, animando y alentando esa actitud positiva y optimista que al ser humano debe caracterizar.
Aunque no es fácil olvidar los aspectos negativos del “año viejo”, siempre será necesario motivar y estimular el carácter fuerte de los afectados.
En razón de lo anterior, y con la fe en algo divino, el 31 de diciembre se brinda por la salud, el amor, la paz, el bienestar, la armonía, la felicidad, la amistad, la unidad y el desarrollo.
En lo personal, y creo en la mayoría de los habitantes del Mundo, siempre habrá de prevalecer el mejor de los deseos.
Que las pérdidas del 2022 no sean motivo de desaliento y que el futuro año 2023 nos ayude a superarlas.
Mi familia y un servidor expresamos nuestros sinceros agradecimientos a todas y todos los familiares y amistades que motivaron nuestra existencia, a través de sus saludos, oraciones y bendiciones.
Mi agradecimiento a mis amables directivos y equipo de trabajo de los diferentes medios de comunicación que me permiten difundir mis modestos escritos.
Mi agradecimiento a mi público lector por sus comentarios y aportaciones.
A las y los guerrerenses va mi deseo para que sigan disfrutando de la vida.
¡¡Feliz Año 2023!!