![](https://periodismodigital.mx/wp-content/uploads/2023/03/WhatsApp-Image-2023-03-08-at-6.49.15-AM.jpeg)
El secuestro de cuatro norteamericanos en Matamoros Tamaulipas encendió las alertas en Estados Unidos, en un Pais como Mexico donde el Presidente se empeña en despedazar la democracia y seguir agrediendo en la mañaneras a sus enemigos políticos mientras que la seguridad publica se parte en mil pedazos.
Los norteamericanos de color viajaban en una van color blanca, cuando fueron atacados a balazos y con saña los cuerpos de tres de ellos heridos de bala, fueron subidos como animales a una camioneta de rédilas color blanca y llevados a una casa de seguridad.
Los hechos quedaron grabados en un videos que reprodujeron en sus noticiarios las televisoras de Estados Unidos lo cual causo indignación de la comunidad internacional, que amerito la intervención del FBI y la DEA, quienes atraves de su embajador en Mexico, Ken Salazar visito bastante indignado al Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador quien ni tardo ni perezoso lo recibió en Palacio Nacional.
Aunque el Presidente AMLO, a mencionado en repetidas ocasiones que no permitirá que se viole la soberbia nacional con presencia de extranjeros haciéndose cargo de la seguridad de Mexico, los cierto es que en Tamaulipas llegaron sabuesos del FBI y de la DEA, investigadores y otras agencias a buscar a los cuatro norteamericanos que responden al nombre de Natalia Mc Gee, Shaeed Woodard, Zindella Brown y Eric Wiliams.
Conocedores de la magnitud del problemas en matamoros durante la presencia del FBI los informantes halcones, desaparecieron de la calles y según se indica que los propios lideres del cartel del Golfo al ver el problema revelaron la casa de seguridad en donde estaban los Norteamericanos.
![](https://periodismodigital.mx/wp-content/uploads/2023/03/WhatsApp-Image-2023-03-08-at-6.50.53-AM.jpeg)
Dos de ellos murieron ese dia de la refriega, mientras que la mujer y otros acompañante con un balazo en la pierna permanecían vivos y fueron entregados a los norteamericanos, en tanto que en el lugar donde estaban capturaron a una persona joven que los cuidaba.
Los hechos vienen a complicar la situación para el presidente Andrés Manuel López Obrador que pudiera ser investigado si no es que ya lo investigaron por presuntos nexos con el crimen organizado. Columnistas del Universal han expresado que el secuestro ocurre en un momento en el que la presión de sectores políticos de Estados Unidos en contra de México va en aumento a consecuencia de los cientos de miles de muertos que ha dejado en aquel país el fentanilo que trafican organizaciones criminales de este lado de la frontera.
El exprocurador general William Barr acaba de calificar en The Wall Street Journal al presidente López Obrador como “el facilitador en jefe de los cárteles”. El representante republicano Dan Crenshaw, quien presentó en enero pasado una iniciativa para que las fuerzas armadas de aquel país puedan actuar en contra de las organizaciones delictivas mexicanas, reaccionó violentamente ante una declaración de López Obrador, quien dijo que tal iniciativa solo buscaba obtener “raja electoral”:
“Lo único que queremos es enfrentar de una vez a los poderosos elementos criminales que aterrorizan al pueblo mexicano, pagan y amenazan a políticos mexicanos y envenenan a estadounidenses. ¿Está en contra de eso, señor Presidente? ¿A quién representa usted? ¿A los cárteles o al pueblo?”.
Un total de 21 fiscales generales de diversos estados le han pedido al presidente Biden que declare como organizaciones extranjeras terroristas a los cárteles mexicanos. Ayer, las principales cadenas de Estados Unidos volvieron su nota principal los hechos de Matamoros. El secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses parece alinear a la Casa Blanca y al FBI con las preocupaciones, disparatadas, de los sectores republicanos. La amenaza de los cárteles es cada vez más palpable.
López Obrador tendrá que ponerse a trabajar en el combate a la inseguridad si no quiere que Estados Unidos le venga a ser la tarea y si la presión aumenta no le quedara a Lopez que hacerse a un lado y dejar que Estados Unidos Investigue a los carteles de la droga, toda oposición al respecto podría causar sospecha de lo que ya es un secreto en Mexico el gobierno tiene pacto con los cárteles de la droga y que han sido aliados para ganar elecciones en algunos estados de la Republica Mexicana.