CHILPANCINGO, GRO, 05 DE OCT. DEL 2023-. El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa José de Jesús González Hernández, hizo un llamado a los grupos criminales que operan en Guerrero a dejen las armas y se arrepientan de sus pecados y piensen en invertir en el campo, en fábricas y en la producción para que no haya hambre, ni enfermedad.
El representante de la iglesia católica en la zona centro de Guerrero, asistió a la fiesta patronal del barrio de San Francisco en Chilpancingo, para celebrar la misa en honor al santo patrono, y en la liturgia pedir por la paz, también llamar a predicar con el ejemplo de San Francisco, “que se dedicó a pregonar la paz, para el bienestar de los pueblos y a todos los ciudadanos”, mencionó el prelado.
González Hernández en entrevista dijo que ha rezado mucho y mandado mensajes de paz hacia los grupos criminales desde su llegada en abril de 2022 en misas y otras actividades que realiza y aseguró que “ellos están presentes” y que mandaban gente para escuchar su mensaje, pero que hasta el momento no han tenido ninguna respuesta.
“Desde que llegue predico este mensaje en todas mis misas y en unas o en otras ellos están presentes, mandan gente para escucharnos y entonces ellos van por dónde va, pero parece que no nos hacen caso”, mencionó el obispo González Hernández.
Cuestionado sobre la participación de su antecesor, Salvador Rangel Mendoza como un mediador y que a él no lo toman en cuenta, dijo que desconocía el motivo, pues había buscado llegar a los grupos que tienen control en la entidad.
“Estoy conociendo Guerrero y a los guerrerenses, estoy conociendo las fuerzas que mueven Guerrero, pero todavía no las encuentro, porque voy a un lado y otro, pero son débiles, todavía no los encuentro”.
Por lo que advirtió que las armas y órdenes que han generado la ola de violencia de los últimos meses en el país vienen de arriba, pero no del cielo “seguramente son de fuera mientras aquí nos peleamos o nos hacen pelear, pero son fuerzas ajenas, son de fuera, nos hacen pelear y nos meten armas para que nos matemos y seguramente son de arriba pero no del cielo”.