--“Hago esto –dijo Félix— porque el INE no hace nada por promover el mandato de ley de consulta ciudadana de revocación de mandato. Anda prohibiendo todo, vigilando, cuando debería haber colocado al 100 por ciento las casillas. Nomás va a poner 3 de 10 casillas… el 30 por ciento”, se quejó.
En la tierra del café, Iliatenco, sin electricidad
Majestuoso concierto de 5 bandas, en sinfónica –¡Genaro Vive!… ¡La lucha sigue! –gritaron con fuerza. El hijo del legendario profesor rural Genaro Vázquez Rojas y Félix Salgado Macedonio, acompañados de poco más de un centenar y medio de sanluisinos corearon consignas al pie de su estatua en San Luis Acatlán, en el inicio de un recorrido por la Costa Chica y la Montaña alta de Guerrero. Félix Salgado Macedonio y Genaro Vázquez Solís caminaron desde la cancha del barrio de San Isidro hasta el zócalo saludando a comerciantes, taxistas, trabajadores del Ayuntamiento, entre otros. La marcha espontánea despertó curiosidad y asombro. Tres ramos de flores fueron depositadas en la efigie del fundador de la Asociación Cívica Guerrerense y uno más en el busto del consumador de la Independencia, Gral. Vicente Guerrero Saldaña. Era el inicio de un recorrido por Marquelia, San Luis Acatlán, Santa Cruz del Rincón (el nuevo municipio), Iliatenco, Malinaltepec y Atlamajalcingo del Monte. –“Hago esto –dijo Félix— porque el INE no hace nada por promover el mandato de ley de consulta ciudadana de revocación de mandato. Anda prohibiendo todo, vigilando, cuando debería haber colocado al 100 por ciento las casillas. Nomás va a poner 3 de 10 casillas… el 30 por ciento”, se quejó. En Santa Cruz del Rincón, el nuevo municipio recién aprobado por el Congreso del Estado, una mujer menudita, bajita, de poderosa voz y enjundia retó a todos: “ya estuvo bueno. Hay que apoyar la consulta, no hay que ser mensos!!” Félix la “nombró” su asesora. Y luego fue su pareja bailadora. La fiesta de la democracia, como la llamó el excandidato a la gubernatura, ya nadie la para. Sin embargo, fue en Cuatzoquitengo, municipio de Malinaltepec, donde el frío helado de 8 grados centígrados y ranchas de viento recibió a Félix Salgado Macedonio y cinco bandas de música de viento se disputaban a trompetazos y tamborazos tocarle una diana. Fue aquí, donde Félix les pidió unirse a las cinco bandas y tocar juntos, en una sinfónica inédita, que reventó la apacible calma de una comunidad mixteca. Cohetones estallaron en el cielo cuando pardeaba la tarde. El baile a ritmo de cinco bandas duró 35 minutos… Fue “algo hermoso, una sinfónica de jovencitos, tocando al mismo tiempo”, se maravilló Félix. Antes, en Iliatenco, rodeado de montañas donde el café se produce a la vera de la carretera, se encontró con la noticia de que no había luz desde las 8.30 de la mañana del sábado. Eran las 4 de la tarde y seguía el apagón. Aquí, dicen los habitantes “son constantes los apagones de la CFE”. El kilo de café molido y tostado tiene un costo de 160 pesos. Camiones “copeteados” con costales del aromático son llevados por la carretera Tlapa-Marquelia hasta su comercialización en Acapulco. Eran las 9 de la noche en Atlamajalcingo del Monte y la gente lo esperó en la carretera. Caminaron hasta la cancha y comenzó la fiesta con dos “toritos” de cohetones. La longevidad de hombres y mujeres en la Montaña es conocida. Personas hasta con 102 años de edad, buscan a Félix. Él los hace hablar. –¿Cuántos años tienes? –le pregunta a uno de ellos. –Tengo 84, dice uno. Otro dice sentirse de 40, cuando tiene “72 y pico”. Las carcajadas y risas de todos estallan al mismo tiempo que la cumbia del Cuararé, retumba. Once y media de la noche y el camino a Tlapa es serpenteante, en una carretera semides-pe-da-za-da. Pero la noche es joven. En el hotel Basurto, se sirve una cena: pozole, tamales, atole. La jornada que inició a las 7 a.m. del sábado concluye el domingo a las 00.45 de la madrugada. Félix hace recuerdos, remembranzas de vivencias y de su lejanía del hogar, que construyó hace 42 años con su esposa María de Jesús. De sus dos pasiones: el periodismo y la política, “pero no de esa sucia, llena de componendas y porquería. Fue Cuauhtémoc Cárdenas quien me invitó a ser lo que soy. Y debo decir que Andrés Manuel es como mi hermano; el me defendió 19 veces cuando había una guerra sucia de descalificaciones en mi contra. –Por eso estoy aquí, promoviendo esa consulta, que ya es ley y sirve para que los gobernantes sean sometidos al escrutinio del pueblo. Si lo hubieran hecho con (Enrique) Peña Nieto o con otros expresidentes, no estaríamos como estamos. A las 6.44 de este domingo, un mensaje de WhatsApp me despertó. –Vente al zócalo (de Tlapa) para echarnos un jarro de atole con arroz –era Félix. Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.