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Por Carlos Díaz Figueroa
Aunque a las autoridades de los tres órdenes de gobieno, particularmente, al presidente López Obrador les incomode existe un reporte extraoficial de al menos 350 muertos, tras el paso del Huracán Otis, principalmente, en Acapulco y Coyuca de Benítez.
Después de escuchar el testimonio del colega periodista, Ricardo Castillo Díaz director de la agencia de noticias Quadratín Guerrero, indicó que de acuerdo con funerarias en Acapulco existen centenares de muertos por el impacto del devastador fenómeno natural.
Cuyo, el índice de la cifra contradice el reporte oficial del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha minimizado el número de víctimas a 48 fallecidos, al igual personas desaparecidas que aún no han sido reportadas su aparición con vida.
“Nosotros hemos reporteado que en todas las funerarias de Acapulco, por lo menos debe de haber 350 muertos de quienes sí lograron recoger los cuerpos de sus familiares, de manera que la cifra oficial de los muertos tampoco corresponde con la realidad”, insistió.
Entrevistado por la agencia de noticias Radio Formula en la ciudad de México, Ricardo Castillo señaló que el gobierno federal no ha dado a conocer una lista oficial de muertos ni desaparecidos con nombre y apellido “como ocurre en cada tragedia de este tipo”.
Lo anterior, para que la gente ayude a buscar a los familiares; “pues, bueno, también todo eso no lo conocemos y nosotros estamos convencidos de que la cifra del presidente es muy corta para la magnitud de la tragedia”, indicó.
Prueba de ello, el también damnificado aseguró que ante la falta de atención médica posterior a la tragedia, “hay gente que está muriendo, incluso yo tengo un testimonio muy cercano al igual que otras amistades que lamentablemente murieron”, relató.
El periodista narró su experiencia durante la noche del 24 de octubre y madrugada del 25, al perder todo en su casa, desde ventanas, puertas, sala, colchones, objetos personales y documentos,en algo que fue algo inesperado con el efecto en ese momento del huracán.
Compartió qué el impacto tuvo una duración entre 2 o 3 horas donde comenzaron a caer objetos del edificio donde habitaba con una lluvia intensa de proyectiles y el peor momento fue cuando el edificio se empezó a mover, ahí fue cuando, en lo personal no la íba a librar.
“Todos los trabajadores de la agencia de noticias también resultaron afectados y que pasaron hasta tres días para tener contacto. “No supimos qué estaba pasando hasta que comenzamos a buscarnos ya caminando largas distancias para saber de nosotros”, explicó.
Indicó que a más de dos semanas del huracán todavía no hay luz ni agua y algunos tienen dificultad para encontrar comida en el puerto, por lo que hay indignación ante la decisión del gobierno federal de decretar el fin de la emergencia en un momento más crítico.