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Desde su orígen, en el año 1934, Palemón Díaz Ortiz, se desarrolla en el marco de la cultura del esfuerzo, producto de una familia campesina de Cuexcontlan, Municipio de Tepecuacuilco, Guerrero, integrada por sus padres Crisoforo Díaz Catalán y Eleuteria Ortiz Chavez.
Por César González Guerrero.
En ocasión de celebrar su cumpleaños número noventa, el pasado 18 de marzo de este año 2024, me permito expresar las siguientes líneas que, a título personal, comparto con mis colegas, amistades y familiares del festejado.
Desde su orígen, en el año 1934, Palemón Díaz Ortiz, se desarrolla en el marco de la cultura del esfuerzo, producto de una familia campesina de Cuexcontlan, Municipio de Tepecuacuilco, Guerrero, integrada por sus padres Crisoforo Díaz Catalán y Eleuteria Ortiz Chavez.
Como todos los pequeños de cuna humilde, tuvo que pasar situaciones difíciles para alcanzar un título profesional que le abrió las puertas hacia unos plenos y exitosos momentos de su existencia.
Como ya lo comentamos en otro escrito anterior, se titula como licenciado en economía, egresado de la UNAM, pero antes obtiene su título de Maestro en la Escuela Nacional de Maestros.
Su larga y prestigiada calidad profesional le permite desempeñarse en el ámbito del sector público y privado, de manera muy sobresaliente, hasta su retiro laboral.
Hoy, con motivo de este evento histórico, de festejar su fructífera vida al lado de su entrañable familia, su esposa Selfina Vergara Santana y sus tres hijos, vale la pena reiterar, no sólo el reconocimiento y homenaje en vida al licenciado Palemón Díaz Ortiz, sino también, reconocer cómo a su edad cuenta con una envidiable memoria y mente lúcida, capacidad analítica y propositiva, que debe ser modelo a seguir por muchos jóvenes que, en esta época, y con todos los apoyos, deberían ser superados.
Que sirva de ejemplo la amplia y reconocida trayectoria de este ser humano que, en su tiempo, debió ocupar los espacios más importantes de la vida social y política de Guerrero y México. Sin embargo, y con base a sus circunstancias, el maestro Palemón debe ser símbolo de unidad gremial, profesionalismo responsable y de jefe de familia.
Es fácil llegar a los 90 años, quizá, pero es muy difícil llegar a los 90 en plenitud física y espiritual.
El escuchar su voz aguda y de mucha entereza, y hablar de frente y de manera directa, fortalece nuestro espíritu y anima a seguir adelante; lo cual nos permite decirle al maestro Palemón y su distinguida familia, que para mí, seguirá siendo mi maestro y, tal vez para el gremio de los Economistas Guerrerenses.
Ojalá que esta reflexión, acerca de un gran Economista Guerrerense, fundador del actual Colegio Estatal de Economistas en la entidad, sea considerada por alguna autoridad sensible y generosa, municipal, o estatal, para la creación de un espacio que lleve su nombre, o simplemente alguna placa conmemorativa para la historia de México y de Guerrero.
Para ejemplo de las nuevas generaciones de profesionales que están luchando por alcanzar el grado de Maestro de Maestros.
¡¡Gloria eterna al maestro Palemón Díaz Ortiz, en este 90 aniversario de su natalicio!!