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Rector abusivo, marrullero, intolerante, prepotente y falto de etica profesional, son solo algunos títulos que a pulso se a ganado Javier Saldaña Almazán
El abuso de poder en que quedó evidenciado el Rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Javier Saldaña Almazán llegó a la Camara Local de Diputados, por lo que la comisión de Educación hace un llamado al universitario para que respete los derechos de los trabajadores y alumnos y exige la restitución inmediata de mas de 14 Maestros de la Facultad de Ciencias Químicos Biológicas y un alumno que fueron expulsados prepotentemente por Saldaña y el Consejo Universitario que mangonea a su antojo, peor que a títeres.
El caso fue llevado a la Tribuna de la Camara Local de Diputados por el Legislador Antonio Helguera Jiménez quien acuso de prepotente, intolerante y mezquino al tres veces Rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro)
El Diputado Helguera precisó: “hablaré de un tema que por la espiral de la jornada electoral no tuvo la atención que debería, pasó inadvertido, no obstante tratarse de un tema por demás importante, por el ámbito en que ocurrió, y por los derechos que atropelló.
Me refiero a la destitución ipso facto de la secretaria general de la Universidad Autónoma de Guerrero, a la expulsión de académicos y de un alumno de esta universidad, además de demandas en contra de ellos ante el Ministerio Público.
La intolerancia, la censura, la represión y el exceso de poder, son actos del pasado, que no deben volver y mucho menos en la institución que tiene el deber de formar profesionistas libres y dignos. Capaces de liderar y en su momento dirigir los destinos de su entidad, sin la tentación del uso de la represión y el despotismo; Y en su papel de ciudadanos, jamás tengan la sumisión y el servilismo indigno ante sus opresores.
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¿Demandas ante el ministerio público?
¿Y la autonomía universitaria en asuntos plenamente universitarios, donde queda?
El tribunal universitario está obligado a actuar con mayor mesura, privilegiando el dialogo, la reflexión antes de la sanción, para contribuir a un ambiente de civilidad universitaria que sea ejemplo a seguir.
Por fortuna, hay indicios de rectificación, aunque en la agenda del consejo universitario el tema este para su ratificación.
El pasado 28 de mayo, hace apenas seis días, algunos medios de comunicación en sus notas decían “Expulsan de la Universidad Autónoma de Guerrero a 13 docentes y a un alumno de Ciencias Químicas por el conflicto electoral”, una noticia propia de los viejos regímenes autoritarios.
Retomo este tema además por ser egresado de esta emblemática universidad, como seguramente muchos y muchas de ustedes lo son, como miles de profesionistas de Guerrero.
En los medios de comunicación leímos que:
Por el conflicto electoral en Ciencias Químicas, “Casi por unanimidad el Consejo Universitario aprueba fast track el dictamen del Tribunal Universitario, donde a los sancionados se les acusa de incitar o participar en actos violentos y hostigar por razones políticas, ideológicas o personales; y por cometer actos de corrupción u omisiones contrarios a la moral y a la ética profesional”.
Argumentos con los que sentenciaban a los 13 académicos y al alumno “por el caudal probatorio” como lo dijeron en el Tribunal, por solo exigir transparencia en un proceso electoral en el que se eligió al directivo de la Facultad de Ciencias Químicas de dicha Universidad.
¿Cómo no van a llamar la atención semejante acusación? Lo que nos remontó a los años sesenta.
Leí con atención las expresiones del alumno Consejero enjuiciado de la facultad de Ciencias Químico Biológicas, de las que los medios de comunicación difundieron, y que cito textualmente:
“El Consejero de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas (…) dijo que el respeto y la tolerancia son dos virtudes fundamentales para mantener un equilibrio y cuando no se cumple, se pueden generar problemas porque anteponemos los intereses personales y políticos sobre los comunitarios, lo cual debemos de cuidar que no suceda en nuestra universidad”.
Con estas palabras exigió reponer el proceso electoral para elegir al director de esa facultad realizado el 21 de mayo. En estas palabras no hay motivos para que en la UAGRO los directivos fueran implacables, dicen, aplicando la ley, pero lo único que dejan entrever es una alta carga de despotismo.
Ya imagino el festín que se hubiera dado ese Consejo y Tribunal Universitario expulsando a toda la comunidad universitaria de aquel Movimiento glorioso estudiantil popular de 1960, cuando declararon la huelga colgando en el pórtico principal del edificio de esta universidad, la bandera rojinegra, pidiendo la destitución del rector en turno, pidiendo maestros titulados, pidiendo la autonomía de la universidad y la desaparición de poderes en el Estado, una lucha a la que se unió el pueblo de Guerrero.
Los resultados son por todos conocidos:
¡Se fue el rector y se fue el Gobernador!, y
¡Se hizo autónoma la Universidad!
Por eso es de llamar la atención que hasta en estos tiempos aun no aprendan de estas lecciones de las luchas en la Universidad Autónoma de Guerrero.
La democracia es fundamental, su implementación en las instituciones educativas, especialmente en las universidades autónomas, es crucial para la formación de ciudadanos críticos y participativos, representan un espacio privilegiado para el ejercicio de la democracia, tanto en su gobernanza interna como en la promoción de valores democráticos entre sus estudiantes.
Nos queda claro la autonomía universitaria, consagrada en la Constitución y en la legislación de nuestro país, y en la legislación de Guerrero, que le otorga a la universidad facultad y responsabilidad de gobernarse a sí misma.
En este marco de autonomía debe ser la universidad un terreno fértil para la práctica democrática en la toma de decisiones basada en la norma interna, pero con la debida proporcionalidad jurídica observando los derechos humanos y políticos de la comunidad universitaria.
Desde esta tribuna de la representación popular del pueblo de Guerrero, hacemos el llamado a los directivos de la Universidad Autónoma de Guerrero, a que no les gane el impulso del autoritarismo, que tengan presente la experiencia del Movimiento Estudiantil de 1960. Que construyan ciudadanos y profesionistas libres.
Que los procesos electorales internos lleven a que las decisiones en la universidad respondan más a las necesidades académicas y de la comunidad universitaria.
Y sí, desde esta tribuna del Congreso del Estado de Guerrero podemos hablar de los asuntos de nuestra máxima casa de estudios respetando su autonomía, como se hace cuando se asignan los recursos presupuestarios a los que por ley tiene derecho la universidad.
Y sí, hablamos porque la Universidad tiene un papel esencial en la construcción y mantenimiento de la estabilidad y gobernabilidad tanto dentro de sus propios entornos como en la sociedad en general, y la experiencia es la misma, el movimiento estudiantil de 1960. Buen espejo ante las tentaciones de los abusos de poder.