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Por Efraín Flores Iglesias
Su designación como presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, fue de mero trámite. Sólo era cuestión que las consejeras y consejeros políticos estatales lo ratificaran para tal cargo, que obtuvo gracias a la alianza que sellaron los ex gobernadores Rubén Figueroa Alcocer y Héctor Astudillo Flores y el senador Manuel Añorve Baños.
Alejandro Bravo Abarca es el nuevo dirigente de los priistas en Guerrero, quien junto con la añorvista Pilar Vadillo Ruiz (secretaria general) tiene una gran tarea: unificar a las bases, lo cual se percibe muy complicado en este momento, ya que un importante sector está inconforme porque desplazaron a quien veían como el dirigente natural de ese partido: Mario Moreno Arcos.
Los astudillistas, figueroístas, añorvistas y lo que queda del renejuarismo están de fiesta. Y se entiende. Desde ahora se repartirán el pastel (cargos de dirección en el CDE y candidaturas a presidencias municipales y distritos locales y federales).
Se entiende que Alejandro Bravo es un personaje bien intencionado y que quiere mucho al partido en el que ha militado desde hace más de treinta años.
Veremos si realmente encabeza una dirigencia de territorio y de cercanía con la militancia. De ser así, obtendrá resultados positivos.
Ojalá se rodee de un buen equipo de colaboradores y no de los mismos de siempre.
Lo importante de todo es que Héctor Apreza Patrón, el dirigente estatal más gris que ha tenido el PRI en toda su historia, se ha ido.
El tricolor es la segunda fuerza política en la entidad.
Es cierto, en 2021 los priistas perdieron la gubernatura, pero junto con el PRD ganaron la mitad de las Alcaldías en disputa (40 de 80), dejando a Morena solamente con 17 y el resto a la chiquillada.
El proceso electoral de 2024 está a la vuelta de la esquina.
Guerrero es un estado con fuerte presencia lopezobradorista. Y eso lo sabe muy bien Alejandro Bravo. Por lo que dirigir al PRI es un gran reto para el oriundo de Petatlán
Una de las tareas que tiene pendiente el nuevo dirigente del tricolor es sentarse a dialogar con Mario Moreno Arcos, quien hace un año contendió por la gubernatura y logró más de 580 mil votos, además de que aspiró a ser el líder de los priistas de base.
Mario Moreno es un importante activo del tricolor y sería lamentable que en un futuro no muy lejano abandonara sus filas. Por lo que es necesario impulsar cuanto antes una operación cicatriz.
ASTUDILLO: ¿BARBAS A REMOJAR?
El que debería de poner sus barbas a remojar, es el ex gobernador Héctor Astudillo Flores, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador anda muy molesto con los dirigentes, legisladores y ex gobernadores emanados del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
En su columna publicada este lunes en el influyente periódico “El Financiero”, el periodista Darío Celis revela que el presidente López Obrador instruyó al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez Álvarez, investigar a una treintena de políticos, entre los que destacan el ex gobernador Héctor Astudillo.
“(Pablo) Gómez ya empezó a requerir todos los movimientos financieros de los últimos años de esos actores, para lo cual ya se dio vista también a los bancos a través de la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV)”, refiere el autor de la columna “La Cuarta Transformación”. ¡Zas!
El presidente va contra todos aquellos que considera sus archi adversarios y “los que le frustraron su contrarreforma eléctrica en San Lázaro”.
Y tal parece que Astudillo ya no está en el ánimo del presidente, a pesar de que el ex mandatario guerrerense se le cuadró durante sus tres últimos años de gobierno y le entregó a Morena el poder en Guerrero.
Diría Don José José, “ El Príncipe de la Canción”: el amor acaba…
ENTRE OTRAS COSAS… Muy, pero muy mal se ve la diputada de Morena y ex candidata a la gubernatura, Beatriz Mojica Morga, al sumarse a la compaña contra los diputados de oposición, a los que tachan de “traidores a la patria” por el solo hecho de haber votado en contra de la reforma eléctrica y de ejercer su derecho a disentir en San Lázaro.
¿A poco ya se le olvidó que ella le levantó la mano y apoyó a Ricardo Anaya Cortés en 2018 para la Presidencia de la República?
Y no sólo eso. Doña Beatriz también olvida que durante dos décadas formó parte de la corriente de “Los Chuchos” en el PRD y que en 2018 tachó de autoritario al hoy presidente de la República.
Lo que es la incongruencia y el oportunismo.
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