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Contexto Político
Jacinto González, el legislador pleitista de Morena
Por Efraín Flores Iglesias
La bancada de Morena en el Congreso local está conformada por 22 integrantes (17 de mayoría relativa y 5 de representación proporcional) y es, a la vez, la bancada con más conflictos internos, ya que algunos legisladores se creen la divina garza o la mamá de los pollitos.
Tan alzados andan que constantemente se confrontan con sus compañeros de partido y con personajes de otras fuerzas políticas.
Uno de esos legisladores pleitistas es Jacinto González Varona, pupilo del finado César Núñez Ramos y de quien no aprendió el arte de la prudencia.
Recordemos que César Núñez fue uno de los principales fundadores de Morena en el estado de Guerrero y el primer dirigente estatal de dicho instituto político. Además, fue un personaje muy cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador y que se distinguió siempre por ser prudente a la hora de hacer declaraciones a la prensa.
De acuerdo a su perfil de Facebook, Jacinto González nació el 17 de agosto de 1995, por lo que cuenta con 27 años de edad, aunque llegó al Congreso local no por su condición de joven ni por ganar en uno de los 28 distritos, sino que entró en la lista de candidaturas plurinominales por la acción afirmativa LGBTTTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travestis, transexual, intersexual, queer y asexual).
Por cierto, el pasado 21 de febrero un grupo de la comunidad LGBTTTIQ+ realizó una protesta frente al Congreso local para exigir su renuncia como legislador y que su suplente Fernando Agüero García ocupe la curul.
Los manifestantes se sienten traicionados por el legislador de marras, a quien tachan de farsante.
Desde luego que Jacinto González aplicó la máxima salinista de “Ni los veo, ni los oigo”.
Semanas después de haberse instalado la LXIII Legislatura maniobró junto con otros legisladores de su equipo político para remover a Alfredo Sánchez Esquivel como coordinador de la bancada de Morena y como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo). Pero topó con pared, ya que no le alcanzaron las canicas. De hecho, antes del 1 de septiembre el delegado federal de los programas del Bienestar en la entidad, Iván Hernández Díaz, operó para que “Chinto” fuera elegido coordinador parlamentario.
El ex representante de Morena ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), Sergio Montes Carrillo, fue quien ventiló esa fallida operación del funcionario federal.
“Primero te metes al proceso interno de Morena hasta la cocina y ahora quieres imponer a tu fiel escudero Jacinto (el roba diputación), un hombre sin presencia y sin capacidad, para conducir la Jucopo (Junta de Coordinación Política), como si fuera juego de niños”, le reprochó a través de su cuenta de Facebook. (Quadratín Guerrero).
Al no lograr ser coordinador de su bancada, el nuñista fue premiado con una de las comisiones legislativas más importantes del Congreso: la de Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del Estado; pero es claro que le quedó grande dicha comisión, ya que es la hora en que la Auditoría Superior del Estado (ASE) se encuentra acéfala. O sea, sin cabeza o titular.
Además de ser novato en temas legislativos, es un pésimo político. Nomás llegó al Congreso y se mareó rápidamente.
Los que lo conocen, refieren que es una persona altanera, intolerante y que cree tener la razón absoluta.
Si don César Núñez resucitara y se enterara de los desaciertos de su alumno volvería a morir. Y no es para menos, pues el finado líder del movimiento lopezobradorista en Guerrero privilegió siempre el diálogo y los acuerdos con sus compañeros de partido y con personajes de otras fuerzas políticas.
En una entrevista que concedió el pasado 17 de febrero a un programa de noticias de una estación de radio en Chilpancingo, Jacinto González minimizó los incrementos a las tarifas de peaje de la autopista del sol, bajo el argumento de que esa vía de comunicación no la utilizan los pobres, puesto que para ellos está la carretera federal libre México-Acapulco.
Las reacciones no se hicieron esperar, sobre todo en las redes sociales. Durante varios días también le llovieron serias críticas en la prensa escrita y digital.
Por otra parte, Jacinto González asegura ser pobre y originario de una comunidad de la Sierra de Atoyac de Álvarez, pero hasta el momento no se le conoce ninguna gestión que haya beneficiado a los sierreños o a la comunidad LGBTTTIQ+.
Con quien también quiso confrontarse fue con el obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, el franciscano Salvador Rangel Mendoza, a quien el pasado 26 de mayo le pidió no meterse en asuntos públicos y que mejor se dedique a su Iglesia y a la religión. Y lo acusó de mediatizar asuntos para dañar a las mujeres que están gobernando los municipios de Chilpancingo y Acapulco.
El prelado religioso lo ignoró. No le vio nivel para debatir. ¡Zas!
Lo que el “roba diputación” (Montes Carrillo dixit) no observa es que Norma Otilia Hernández Martínez y Abelina López Rodríguez están cometiendo infinidad de errores como gobernantes municipales de Chilpancingo y Acapulco, dañando de esa manera la imagen de Morena rumbo a la elección de 2024. Pero, bueno, similares atraen a similares.
Ojalá Morena elija mejor a sus diputados plurinominales en la próxima legislatura y no cometa el error de postular como candidatos a personajes engreídos y pleitistas como es el caso de Jacinto González Varona.
¿Acaso es mucho pedir?
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