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• Abelina. Más dinero, y sin resultados…
CON TODO Y LA FALTA DE RESULTADOS, pues lo único que ha hecho es culpar a otros de lo que no ha realizado, y claro, pelearse con todos, la alcaldesa de Acapulco, la oaxaqueña Abelina López Rodríguez, recibirá otros 295 millones de pesos, gestionados por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, para realizar acciones de saneamiento hidrosanitario, es decir, para evitar que las aguas negras lleguen a la bahía del Puerto.
Por supuesto, esos recursos son adicionales a los 415 millones de pesos que ya deberían estarse aplicando, y que no se ve, más los que le consiguió, en Estados Unidos de América, el todavía secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon.
Hay que decir que la red de drenaje sanitario en el puerto de Acapulco está colapsado, de ahí que resulta infantil creerle a la edil que va a rehabilitarlo, pues si no ha podido con la recolección de basura, con todo y la flota de vehículos recolectores que compró a inicio de su gobierno, mucho menos va a resolver un problema tan complejo como lo es el drenaje.
Sin embargo, con todo y la ingratitud de la alcaldesa porteña, la gobernadora del estado no solo encabezó las gestiones ante la Federación para asignarle mayores recursos al puerto, sino que también, en un acto de apoyo al gobierno que encabeza Abelina López, fue quien anunció la llegada de esos recursos, que, como decíamos al principio, no ha entregado resultados, a 10 meses de haber iniciado su gestión.
Y es que, ciertamente, no podía ser diferente. Sin ningún tipo de experiencia en la administración pública, la presidente municipal de Acapulco desconoce además los grandes problemas que tiene el puerto, y que no sólo se reducen a la falta de agua entubada, recolección de basura y alumbrado público, sino también a la inseguridad pública, y más aún, a la falta de empleo que tanta falta hace en ese destino turístico.
Es cierto, Acapulco se vende sólo entre el turismo local, principalmente el de la Ciudad de México, por la cercanía entre ambas ciudades, pero hasta ahora, y eso hay que decirlo, las autoridades porteñas carecen de un plan para que el puerto recobre el lugar que antes tenía a nivel nacional, precisamente por la falta de visión de autoridades como López Ramírez que suponen que el mar y la arena son suficientes para atraer el turismo internacional y de alto poder adquisitivo.
Cierto. La alcaldesa porteña conoce los problemas que tienen las colonias de la periferia, y conoce muy bien, también, cómo bloquear calles y realizar plantones en exigencia de agua, alumbrado público y rebajas en el predial, y claro, en corromper a autoridades ministeriales para agilizar un trámite, pero desconoce, y allí están los ejemplos, de cómo atraer inversiones para generar empleos, como desconoce también qué debe hacerse para generar polos de desarrollo.
Por supuesto que para eso están los especialistas, para que la asesoren, pero ocurre que la edil, por su formación política y profesional, no solo no los tiene, sino que cuando alguien le sugiere soluciones a los grandes problemas del puerto, se enoja, porque está convencida de que ella lo sabe todo.
Precisamente por ello es que no tiene una estrategia de gobierno que tenga por objeto el desarrollo de Acapulco; en consecuencia, por eso es que en el día a día, lo mismo se pone a barrer una calle que a recoger basura, o agarrar el machete para chaponar las barrancas. Precisamente es que cree que va a solucionar el problema del drenaje y la red de agua potable clon sólo decirlo, y por eso también supone que andar tapando baches con chapopote en las calles, porque hubo quienes se le adelantaron con cáscaras de coco, es una política de estado que la habrá de catapultar al Senado.
Hay que decirlo. Por supuesto que con todo y su Doctorado en el Conamat, la presidente municipal de Acapulco puede creer y soñar lo que quiera, incluso que tiene méritos y la capacidad suficiente para ser, desde ahora, la próxima gobernadora del estado si Marcelo Ebrard llega a ser el mero-mero, pero de ahí a que alguien le crea, sí que está complicado, pues como ya lo hemos señalado, ni siquiera puede con la recolección de basura.
Concluyo. Todo ello nada tiene que ver con su origen humilde, o de que haya nacido en Oaxaca, o de que diga, como ayer, que el pozole en Acapulco es un ritual, lo cual indica que desconoce el tema, o que señale que su salario de alcaldesa no le alcanza para comprarse un vestido de primera, sino con la falta de conocimiento de los verdaderos problemas que tiene la otrora Perla del Pacífico, o Paraíso de América, aquel en el que vacacionaba el jet set, y no sólo los vacacionistas de la Ciudad de México.
Pd.- Por cierto, reclutar a acapulqueños a trabajar a los Estados Unidos, ciertamente no es ningún logro….
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