Enfoque Real
Carlos Díaz Figueroa
Oportuna aclaración al margen de supuestas actividades delictivas familiares
A la opinión pública no le compete el supuesto actuar al margen de la ley de la familia del diputado local del PRD Bernardo Ortega Jiménez y considero que fue oportuno haberse deslindado de sus hermanos en complicidad liderar una presunta célula delictiva.
Luego de los hechos de violencia en la región Centro, a través de un comunicado, el legislador afirmó que desde hace 15 años “no tiene ninguna relación y contacto con otros integrantes de su familia en actividades apartadas del marco legal”.
En tal aclaración, Bernardo Ortega lamento y reprueba las versiones que lo vinculan en las actividades de sus hermanos en un intento, basado a falta de información o en una intención perversa y de mala fe, de descalificar su vida privada y pública.
Sin entrar al rescate, en lo personal, puedo hacer mención, que conozo al diputado perredista desde hace varios años mediante este ejercicio periodístico y no tengo un dato particular en actos deshonestidad y aun así fuera no me compete juzgar.
Cada quien debe ser resposable de sus propios actos, por ello, fue correcto situar lo refrente y seguir al margen de la supuestas operaciones de sus familiares en un marco ilegal involucrados en cabecilla de una banda del orden delictivo.
Más allá, que “no es un delito tener familiares que se dediquen a infringir la ley”, Ortega Jiménez es un diputado vigente, ocupado en seguir elevando su trabajo legislativo fomentando leyes para el bienestar y desarrollo de las familias de Guerrero.
Supuestamente, la escalada de violencia en la región Centro, especialmente en Chilpancingo, se debe a la pugna de dos bandas rivales, una de ellas con bastión en el municipio de Quechultenango, situación que debe actuar la autoridad gubernamental.
Lo anterior, han intentado ligar al legislador con las operaciones que realizan sus familiares, a través de una de las bandas delictivas, sin embargo Bernardo Ortega esta abierto a cualquier tipo de investigación para que se deslinden responsabilidades.
De tal manera, quien acusa de presuntas actividades ilícitas debe tener pruebas de sus dichos y que mejor forma que ante las instancias correspondientes, toda vez que los señalamientos sin sustento, únicamente lo ponen en riesgo a él y a su familia.