Carlos Díaz Figueroa
A la butaca del aprendizaje nuevas generaciones políticas deben y requieren regresar a las aulas de la enseñanza como acto primordial para fortalecer sus aspiraciones, siempre por delante el reconocimiento al actor o el maestro político.
En común se acredita a los jóvenes como relevo generacional, particularmente, en tiempos electorales en ciertas aspiraciones buscando una candidatura, aunque muy lejos del aprendizaje para lograr el objetivo fundamental.
La enseñanza de los actores partidistas son el centro hacia el proyecto de cualquier aspiración de las nuevas generaciones, es decir, que la juventud requiere de cimentar sus ideas a través de la experiencia de los maestros de la política.
El cambio generacional no solamnete debe ser en la esperanza del amiguismo, compadrazgo, inclusive, en el parentesco, sino deben aprender de quienes han caminado en el desafió y el reto de la victoria y también de la derrota, respectivamente.
Actualmente, el alumno se la cree que ha superado al maestro, cuya idea sea convertido en el egocentrismo y la propia soberbia de una nueva generación que carece aun de méritos e inteligencia de alcance en el quehacer político.
La experiencia es el centro de la enseñanza, por eso, los jóvenes deben aceptar y entender formas y tiempos para aspirar como en su momento el maestro recorrió enumerables trayectos en búsqueda del aprendizaje.
Por ello, la necesidad que las aspiraciones de las nuevas generaciones deben cimentarse sentados en la butaca con la mente abierta y receptiva a la enseñanza quienes vienen contribuyendo en el crecimiento y desarrollo generacional.
Para brillar y alcanzar las estrellas de la victoria solamente se requiere del reconocimiento a los actores que con experiencia política continúan dando guía y dirección al desafío y los retos en tiempos electorales.
En un acto de humildad y pertenencía, el relevo generacional se dará en el contexto de como se vaya asimilando el aprendizaje, porque difícilmente se podrá superar a quien a invertido por varias décadas tiempo y esfuerzo en batallas electorales.