
Fotografía: Celso Daniel Genchi Popoca.
El voyerista
Por Alfredo Guzmán
- ¿Fiscalía Guerrero, paraíso militar?
Hay una máxima que se le adjudica al Benemérito de las Américas: “A mis amigos justicia y gracia, a mis enemigos la ley a secas”.
O sea a los militares de la Fiscalía, “Justicia y Gracia.” A los comandantes con más de 30 años de antigüedad, la ley a secas. Los están corriendo. Les estorban, para dar chamba a sus amigos.
Hay otra máxima legal que se aplica “a trabajo igual, salario igual”, pero cuando se cruzan los intereses, los salarios son diferentes.
A la llegada de los militares a la Fiscalía de Guerrero, hubo quienes fruncieron el seño y otros, que aplaudieron por la supuesta mano dura contra la delincuencia.
La simulación y la corrupción es lo que impera hoy al interior de la Fiscalía de Guerrero.
Por ejemplo un militar con categoría Coordinador de zona, gana 44 mil 124 pesos. Cuando recién llegaron, ganaban más de 70 mil pesos, pero al reclamo de Sindicato, les bajaron a lo que hoy ganan.
Un comandante que sería el mismo puesto, pero civil con más de 30 años de antigüedad, gana 11, 709 pesos.
Tiene un tiempo que a los comandantes con antigüedad, que son la mayoría, los citan a las oficinas, luego de retenerles su salario.
El engaño estriba en sacar su cheque de la nómina, el comandante acude a las oficinas, les dicen fallo del sistema, es obligación actualizar datos y ya sentados y aislados los amenazan, los obligan a firmar y quien se niega, le dicen que de todos modos lo correrán. El argumento, es procedimiento administrativo.
Cuando llegan les entregan y obligan a firmar, sin leer un documento, que en la práctica los desvincula laboralmente. Es su baja. Hay varios que fueron obligados a firmar su renuncia. Algunos se opusieron, aunque otros han aceptado firmar con fecha 15 de diciembre del 2023.
De más de 300 comandantes que eran a la llegada de los militares, ya solo quedan 130. Los han corrido con el argumento de que no pasaron el examen de control y confianza sin hacerles examen.
Se quedan con las plazas y dan de alta a militares algunos jubilados, sin examen de control y confianza y sin experiencia. Pero con salario de 44, 124 pesos.
Todos las plazas de comandantes que han corrido de inmediato son llenados por personal militar.
Quizá por ello, los resultados actuales de la lucha e investigación contra la delincuencia, sean tan magros.
Un comandante que se amparó, la respuesta de la Fiscalía, fue de que sólo fue un fallo del sistema y que no había problemas, pero a la fecha no le pagan.
Hoy la Fiscalía de Guerrero vive un caos, es una caja de amenazas contra el personal civil, de violencia y falta de pagos, de despidos injustificados y de abusos laborales, que nadie para.
Quienes viven y gozan lo que hoy ocurre en la Fiscalía son los militares, quienes sin experiencia en investigación, procedimientos científicos errados, hacen como que investigan, no alcanzan a terminar procesos y los resultados están a la vista.
La falta de resultados contra la delincuencia, son evidentes.