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Norma Otilia no está sometida ante el poder, es decir, certeza independiente con las formas propias del gobierno municipal, sin que el entorno de la controversia política distraiga su actuación firme en la claridad de los recursos públicos.
Por: Carlos Días Figueroa
Norma Otilia en el escrutinio de la transparencia en razón a los recursos públicos
Sin nada que ocultar sobre la rectitud de los recursos públicos, la presidenta Norma Otilia Hernández Martínez habrá de terminar un ciclo de servicio como autoridad municipal con amplio margen a comparación de anteriores gobiernos.
A través de opiniones encontradas dentro y fuera del ayuntamiento capitalino, coinciden con la edil de Chilpancingo que efectivamente la alcaldesa saldrá por la puerta grande porque no hay nada que simular como primera autoridad municipal.
Lo anterior en referencia a la transparencia en el manejo de los recursos públicos ejecutados y canalizados con las causas justas y sentidas del municipio que en su momento no cumplieron y fueron heredadas por anteriores mandatos.
Norma Otilia no está sometida ante el poder, es decir, certeza independiente con las formas propias del gobierno municipal, sin que el entorno de la controversia política distraiga su actuación firme en la claridad de los recursos públicos.
Si algo se debe reconocer en la alcaldesa es la apertura de una política abierta al escrutinio público, lo cual ha significado cierta actitud de honradez frente a lo correcto con las formas de equilibrio y moral en el escenario financiero.
La convocatoria abierta de la transferencia en la edil capitalina tiene actitud y juicio, sin generar ningún tipo de duda ni ambigüedad, prueba de ello es el mecanismo de los lunes en sus conferencias matutinas con los medios de comunicación.
Ahí sujeta al escrutinio para atender y escuchar lo que muchas veces a las autoridades no le gusta ser cuestionadas para trascender la demanda y las necesidades de un municipio que carece del servicio público y otros beneficios directos.
Por eso, Norma Otilia ha dado muestra de moral, lejos de estar sometida o incada al poder entre la ambición, el chantaje, el oportunismo y la simulación a cambio con la política de apertura en el diálogo y solución a través de los hechos.
Termina un ciclo en el ayuntamiento, no obstante que el proyecto generacional en la edil capitalina continúa vigente en espera de los tiempos para aspirar, aunque, el espíritu de servir estará reflejado en la acción y la obra política.
Por la puerta grande pueden entrar y salir los que realmente han logrado adquirir un despertar moral con sentido de conciencia diferente, por lo que, la presidenta Norma Otilia Hernández tiene certeza por causa y razón en su imagen de transparencia.