Epístolas Surianas
De Julio Ayala Carlos
• El tema es la violencia…
LA VIOLENCIA, Y LA INSEGURIDAD, no es nueva en Guerrero. Se remonta incluso, por poner un principio, hasta la creación del estado. Por supuesto, no debería ser motivo para justificar el presente, de ahí que en vez de buscar culpables hay que encontrar soluciones que hoy por hoy requiere de la participación de todos.
Ése es, y ése debería ser el tema que hoy debería ocuparnos, y no el lugar donde se encuentra quien gobierna el estado, como si el inaugurar un centro cultural fuera algo banal.
Por supuesto que la gravedad de la violencia e inseguridad debe ser la principal atención de las autoridades para que hechos como el de los comerciantes de Chautipan nunca ocurran. Sin embargo, también es muy cierto que la mandataria estatal tiene que atender otros asuntos, dejando las acciones de seguridad en manos de los responsables.
En este sentido, señalarla de irresponsable, y de insensibilidad porque circunstancialmente estaba en Zihuatanejo, encabezando una inauguración, a más de 300 kilómetros de distancia, donde fue encontrada una camioneta con los cuerpos de 11 personas que días antes estaban en calidad de desaparecidos, ciertamente es una barbaridad que lo busca al menos es aprovecharse de la desgracia ajena.
Así lo dice la acusación principal: “mientras ella cantaba, en Chilpancingo eran encontrados los cuerpos de los comerciantes desaparecidos”.
Es obvio que la gobernadora del estado no se dedica a cantar, aún y cuando en campaña ganó muchos votos al aventarse algunas canciones, alegrando con ello a sus seguidores. En ese sentido, el palomazo que se le critica fue un momento circunstancial, propio de la alegría por la inauguración de un centro cultural en lo que antes era un monumento a la corrupción.
¿Por eso es insensible? ¿Por qué no estaba en Chilpancingo? ¿Hubiera cambiado la tragedia?
Es obvio que no. Lo que sí es obvio es que a raíz de esos lamentables hechos, que nadie debe vivir, hay una andanada en contra de Evelyn Salgado Pineda, como si del lugar en que se encuentre dependa lo que ocurra en el estado. Como si de donde se encontraba, hubiera dependido la suerte la familia de comerciantes de Chautipan, incluyendo los que aún se encuentran desaparecidos.
Es cierto. Como gobernadora del estado es responsable de la seguridad pública y la prevención del delito. Sin embargo, también es cierto que los delitos que tienen que ver con la delincuencia organizada son del orden federal y en ello poco puede hacer para combatirlo.
En consecuencia, en vez de debilitar a quien gobierna el estado, en vez incluso de trabajar porque se vaya, deberían sumarse a fin de conformar un frente común que atienda y resuelva, hasta donde se lo permita la ley, el problema de la inseguridad y la violencia existente.
Sí. Se requiere de todos. De todos para acabar con el flagelo que azota al estado y afecta a todos los guerrerenses, incluyendo a los niños que asisten a la escuela. Incluyendo también a las mujeres.
También hay que decirlo. Es obvio que la violencia preocupa a todos, y más por la impunidad con que se conduce. Las críticas y los señalamientos son también normales en tiempos de crisis, por lo que en vez de buscar culpables, hay que preguntarse por qué se dan, y replantearse, y en su caso reorientarse la política de seguridad pública que en el caso de Guerrero no está dando los resultados esperados.
El tema pues es ése. La situación de violencia e inseguridad existente en el estado que, todo indica, está siendo dejado de lado para situarse en un hecho que no tiene mayor importancia más que para aquellos que se espantan de lo que hacían antes.
Así es. Dejan de lado lo preocupante para ocuparse de nimiedades…
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