Enfoque
Carlos Díaz Figueroa
En vez de evaluar de frente en el terreno de la debilidad con la inseguridad en Guerrero
La presidenta de México Claudia sheinbaum Pardo en los próximos días estará en Acapulco, aunque lo más viable en su estancia debería ajustarse por vía territorio de cerca con la debilidad de inseguridad que se presenta en Guerrero .
Basado en una opinión particular en coincidencia con quienes se percataron de la próxima visita de la primera mandataria de la nación sugieren que lo más apropiado sería por territorio como lo viene haciendo la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
“Y que se entienda que la inseguridad no solo afecta Acapulco que al igual otros municipios”, apuntaron en referencia a lo acontecido en las últimas semanas en Guerrero, al referirse a las visitas de doctor de Claudia Sheinbaum.
Lo agendado está a días en que estará presente nuevamente en el puerto de Acapulco, en la que trasciende que obedece a reforzar la estrategia y operación en materia de seguridad tras los últimos hechos violentos registrados en el estado .
Por lo que, lo anterior es un compromiso en dirección al compromiso de pacificación en el municipio porteño en continuidad a las reuniones periódicas de carácter institucional con la estrategia en el combate a la violencia delictiva.
Y a ello, la ampliación de mayor presencia de efectivos de seguridad de nivel federal y estatal en coordinación con la Sedena, Marina y Guardia Nacional, como parte a la prioridad de las agendas de los gobierno de cara a la inseguridad
De tal manera, que la opinión de afuera revela que debe no descuidarse a otros municipios, donde hay evidencia de violencia delictiva y que “Acapulco no es todo Guerrero”, sin que la estrategia tenga intereses preferenciales.
“La mejor forma de las visitas de la presidenta debe estar sujeta en una agenda por territorio y posterior a la reunión de balance o evaluación para medir las acciones estratégicas”, insistieron en opiniones encontradas en referencia.
Es decir, en el escenario de las debilidades humanas, donde se exige justicia por los simultáneos asesinatos en Tecpan, Chilpancingo y otros municipios, en la que no hay más poder de quienes tienen el control de Guerrero.
De ahí, partir con la estrategia y operación contra el problema de violencia criminal y delictiva, de la que se debe aceptar que las autoridades están rebasadas por encima y debajo de una política de seguridad que aún carece de modelos de certeza.