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Por César González Guerrero.
Si algo preocupa al trabajador del campo es no enfermarse, estar en buenas condiciones fisicas y de salud, porque lo demás queda en manos de un poder divino; para quienes creen en un Dios, dicen: “…que sea lo que Dios quiera…”.
Desde luego, para quienes no creen, simplemente existe la esperanza de que su esfuerzo no sea en vano.
En cualquier situación el hombre o mujer de campo siempre estará realizando su actividad con pasión, entrega y optimismo. El campesino no se doblega ante nada, ni ante cualquier circunstancia que obstaculice su propósito de subsistir, en un contexto adverso.
Quizá en la mayoria de los pueblos rurales quienes trabajan la tierra buscan de todas formas, solucionar su problemática, y más cuando ya por experiencia sabe que los problemas solo él podrá solucionarlo.
Quienes hemos experimentado está difícil etapa de la vida, nos consta el sufrimiento de estas personas que sacrifican todo para vivir y, muchos de ellos, para producir materia prima para alimentar a quienes sólo consumen.
Desde su infancia, el campesino aprende a dominar todo: miedo, debilidad, habilidades y destrezas para salir adelante. Conoce caminos y callejones, todo tipo de animales domesticos, salvajes y peligrosos; sufre todas las enfermedades y qué medicina naturista le ayudan a curarse; también conoce los instrumentos de labranza básicos para todo el trabajo en el campo.
El campesino sabe que su trabajo físico no es pagado; sabe que la ganancia está muy abajo de lo que invierte. Y si bien le va lo que produce solo es para autoconsumo y muy pocas veces para el mercado.
El campesino se enfrenta a quienes se dedican al robo de sus modestas pertenencias y cosechas. Tambien se enfrenta a los desastres naturales, asi como a los animales que acaban con sus siembras.
El trabajador del campo no sabe de gastos superfluos o innecesarios, tampoco gasta el modesto ingreso que tiene en productos chatarras. Mucho menos tiene la capacidad de ahorrar para incrementar su capital.
Más en fin se podría continuar con esta larga lista de aspectos que afectan al hombre de campo pero no es esa la intencion por el momento. Por ahora lo que más interesa destacar es que la esperanza del campesino está en la capacidad de sus autoridades para instrumentar políticas públicas viables y certeras, sin simulaciones y sin engaños. La espereranza del campesino esta en su fortaleza física y espiritual.
La esperanza del campesino está en que se hagan realidad las promesas de campaña. La esperanza campesina esta en los servidores públicos de los 3 niveles de gobierno, que sí Sirvan y que los funcionarios sí Funcionen.
Ya veremos.