Contexto Político
Evelyn y la libertad de expresión
Por Efraín Flores Iglesias
La libertad de expresión es un derecho fundamental que permite a las personas expresar sus opiniones e ideas sin miedo a represalias, censura o sanción posterior. Este derecho humano incluye la libertad de buscar, recibir, difundir información e ideas, ya sea oralmente, por escrito, o a través de las nuevas tecnologías de la información.
La Carta Magna establece las garantías que tienen la personas en cuanto a manifestar sus ideas, escribir y publicar escritos sobre cualquier materia, y dispone la obligación del Estado mexicano de proteger dichos derechos.
El periodismo, de acuerdo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es la manifestación primaria y principal de la libertad de expresión del pensamiento y, por esa razón, no puede concebirse meramente como la prestación de un servicio al público a través de la aplicación de unos conocimientos o capacitación adquiridos en una universidad o por quienes están inscritos en un determinado colegio profesional, como podría suceder en otras profesiones.
El periodismo no podría existir sin la existencia de un pleno ejercicio de la libertad de expresión, creando así una relación simbiótica entre ambos.
Afortunadamente, en México todavía hay libertad de expresión y periodismo, a pesar de que muchos gobernadores, presidentes municipales, senadores de la República y diputados locales y federales son intolerantes a la crítica.
Durante muchos años, Guerrero fue uno de los estados en donde más agresiones hubo contra periodistas. Muchos colegas fueron desaparecidos y asesinados por mentes enfermas. El último periodista asesinado fue Fredid Román Román, autor de la columna “La Realidad Escrita”, el 22 de agosto de 2022 en Chilpancingo.
Son contados los servidores públicos que respetan la libertad de expresión, pues la mayoría de ellos no aceptan la crítica periodística y recurren a la intimidación o en presentar denuncias por violencia política en razón de género, como es el caso de la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, quien hace un año denunció a dos reporteros, dos columnistas y a dos directores de los principales periódicos de la capital del estado.
La mayoría de los denunciados fueron exonerados en primera instancia. Sólo un columnista y la directora de uno de los periódicos denunciados enfrentaron en un juicio que llegó hasta la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a la soberbia alcaldesa de Chilpancingo. Finalmente, se impuso la ley y la razón. Ganó la libertad de expresión y Norma Otilia Hernández Martínez perdió.
Toda persona que pretenda ocupar un cargo público o participar en política debe estar preparada para recibir críticas en la prensa escrita o digital. Desde luego que las críticas o denuncias deben estar bien sustentadas.
Ser tolerante y respetuoso de la libertad de expresión no está de moda. Son pocos los actores políticos los que verdaderamente respetan el trabajo de los periodistas en Guerrero.
La gobernadora Evelyn Salgado Pineda, por ejemplo, se ha distinguido por garantizar la libertad de expresión y que la sociedad guerrerense cuente con un gremio periodístico fortalecido.
Ella misma ha recibido duras críticas en los medios de comunicación, pero en lugar de responder con odio o presentar denuncias, su llamado siempre ha sido a la concordia.
Evelyn Salgado es una gobernante tolerante y que no le apuesta a los pleitos. Su principal compromiso es que le vaya bien a Guerrero.
Al parecer, tiene buenos asesores que le sugieren no confrontarse con la prensa ni con ningún actor social. Y así deberían ser todos los que ocupan una responsabilidad pública.
Hace 20 años, un gobernador se dedicó a confrontarse públicamente con un influyente periódico de circulación estatal. Los resultados fueron desastrosos para él y su gobierno, ya que dedicó mucho tiempo y energías en esa confrontación estéril.
Al inicio de esta semana, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda refrendó en Chilpancingo su compromiso de garantizar el libre ejercicio de la prensa y el respaldo del Poder Ejecutivo estatal para fortalecer el Fondo de Apoyo a Periodistas (FAP).
La relación prensa-poder no es fácil de construir. Y es una relación que siempre ha existido.
Evelyn Salgado entiende que los medios de comunicación juegan un importante papel en la construcción democrática de un pueblo y en el fortalecimiento de la gobernabilidad. Y eso habla bien de ella.
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