Epístolas Surianas
De Julio Ayala Carlos
• Alejandro Arcos, y Chilpancingo…
HAY QUE DECIRLO. ALEJANDRO ARCOS Catalán tiene todo para ser un buen presidente. Pero no cualquier presidente, sino uno que haga historia. Tiene visión, tiene proyecto, tiene una radiografía integral de que lo requiere Chilpancingo, y tiene, por supuesto, compromiso y convicción de hacerlo. Es decir, de convertirlo en un espacio de paz, de trabajo, de progreso. Un espacio en el que los chilpancinguenses se sientan orgullosos de vivir.
Por supuesto que no será nada fácil, pues a pesar de que está comprometido con ello, con ganas de hacer de Chilpancingo un mejor lugar para vivir, la limitante son los recursos para resolver los problemas que tiene el municipio, atender sus necesidades y las demandas de sus habitantes que requieren, más allá de su preferencia política e interés económico, ser escuchados y tomados en cuenta en la toma de decisiones para beneficio de todos.
Porque, hay que decirlo, hoy como nunca antes la participación social es fundamental para la atención y solución de los problemas, situación que entiende muy bien el alcalde electro, y a partir del 30 de septiembre, cuando tomará protesta del cargo, presidente municipal constitucional de Chilpancingo. Juntos, autoridades municipales y pueblo en general, harán mucho más en vez de que cada uno actúe por su lado.
Arcos Catalán, decíamos, tiene bien claro qué hacer para atender y resolver los grandes problemas que enfrenta Chilpancingo. Problemas como la escasez de agua potable y seguridad pública, tendrán una atención especial, además de reforzar las acciones en materia de servicios públicos, como la recolección de desechos. Tiene bien claro, también, lo que debe hacerse para el fortalecimiento del tejido social, y en consecuencia, para lograr la paz social requerida.
Ése es el reto. Generar un estado de paz, en el que los chilpancinguenses vivan tranquilos, sin contratiempos, seguros y confiados de que su integridad, la de su familia, y su patrimonio están seguros. Por supuesto, habrá que decirlo, para alcanzar la paz se requiere resolver los problemas que aqueja a la población, desde obra pública y social, servicios públicos y por supuesto, apoyos al campo.
La paz social, a la que aspira Alejandro Arcos Catalán, pasa también, por supuesto, por la unidad de los capitalinos, más allá de intereses diversos, desde económicos, políticos y sociales, por la cooperación entre autoridades y sociedad, reconociendo incluso las ideas y los puntos de vista diferentes, como bien lo reconoce el propio alcalde electo, quién a partir del 30 de septiembre próximo, encabezará los destinos de Chilpancingo.
Sí. Tiene bien claro cómo hacerlo. Cómo hacer de Chilpancingo un municipio de tranquilidad personal, familiar y patrimonial, y claro, de progreso. Por supuesto, ya lo dijimos, habrá que ayudarle, habrá que sumarse al trabajo coordinado, sin mezquindades, no sólo por los chilpancinguenses de hoy, sino para los que vienen en camino. Por el futuro de la capital estado, la Primera Capital del país, sede del Primer Congreso de Anáhuac y de los Sentimientos de la Nación que sentaron las bases del Constitucionalismo Mexicano.
En fin. Es cierto que el triunfo del hoy alcalde electo de Chilpancingo aún se encuentra en los tribunales como consecuencia de la impugnación presentada por el candidato que obtuvo el segundo lugar en la elección del pasado 2 de junio. Sin embargo, todo indica que el Tribunal Electoral validará los resultados electorales y en consecuencia, no hay vuelta de hoja. Dentro de poco, en poco más de un mes, Alejandro Arcos Catalán será quien gobierne Chilpancingo, sucediendo en el cargo a Norma Otilia Hernández Martínez, de quien dice que retomará lo bueno de su gobierno.
Ojalá y muchos alcaldes del estado tuvieran la visión de Arcos Catalán…
Comentarios. ayala.jc30@gmail.com