Epístolas Surianas
De Julio Ayala Carlos
• Chilpancingo, pese a todo…
ES OBVIO QUE PESE AL TRABAJO que realiza, no le será nada fácil gobernar el municipio. Y, hay que decirlo, no es por falta de ganas, de compromiso, de visión y resultados, sino porque a pesar de que es presidente municipal constitucional, hay quienes lo ven como extraño, no sólo los de adentro, sino también los que perdieron la elección del pasado 2 de junio.
Pese a ello, a las presiones, a las piedras en el camino, a las críticas y señalamientos, trabaja, atiende y resuelve. No por nada la crisis de emergencia por los daños causados por el huracán John, se ha resuelto, sino que además se ha iniciado la reconstrucción del municipio, en base a un trabajo coordinado de los tres niveles de gobierno, y por supuesto, con el esfuerzo de los propios afectados.
Me refiero al presidente municipal de Chilpancingo, el médico Gustavo Alarcón Herrera, quién a casi un mes de asumir el cargo enfrenta presiones, señalamientos y acusaciones, no del gobierno del estado, pero sí del partido que perdió las elecciones, y más aún, de los partidos que ganaron la elección, quienes se creen con derechos para exigirle, proponerle y ordenarle quiénes deben formar parte del gobierno que encabeza.
Por si fuera poco, también encabeza presiones del gobierno anterior para cumplir acuerdos que no hizo, como el respetar una nómina plantada de al menos 300 exfuncionarios que fueron dejados como empleados…
Gustavo Alarcón, hay que decirlo, no es ajeno a la administración pública. En su momento fue director del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, y Jefe del Hospital del ISSSTE. Y por supuesto, Director General de la Clínica América. Es decir, sabe lo que es el manejo de los recursos, tanto financieros como humanos, y lo que es más, cómo eficientarlos a fin de que se beneficie al mayor número de la población, y lo que es mejor, en situaciones difíciles o emergencia, como ocurre en el área de la medicina.
Es decir, no sólo sabe ser eficiente en lo que hace, sino que también sabe trabajar incluso contra el tiempo y bajo presión.
No extraña entonces que pese a las piedras en el camino que le ponen enfrente, pese a las presiones, y al chantaje incluso, la administración que encabeza avanza sin mayor problema, haciendo los cambios dentro del organigrama gubernamental que considera conveniente, no para beneficiar a un partido político o líder partidista en particular, sino en favor de Chilpancingo, sin dejar de lado los objetivos y principios postulados por Alejandro Arcos Catalán, a quien suplió en el cargo precisamente como su suplente.
Hay que decirlo. El 2 de junio pasado, los ciudadanos votaron mayoritariamente por el proyecto enarbolado por Arcos Catalán, consistente en lograr la paz en Chilpancingo a fin de que la población viviera con tranquilidad y recobrara la confianza de vivir sin ningún problema. Votó también por un municipio de desarrollo y bienestar social.
No votó, y mucho menos lo pensó el extinto presidente municipal, por darle empleos a quienes participaron en su campaña, a pesar de que la mayoría de ellos están exigiendo cargos o ratificación en los que les habían sido asignados.
En fin que pese a los problemas que Gustavo Alarcón Herrera enfrenta en el gobierno municipal, incluso, frente a las envidias, avanza en el ideal que engendró Alejandro Arcos Catalán, de hacer de Chilpancingo un espacio de paz, de bienestar y progreso, donde la familia sea el ancla que cohesione la vida de los chilpancinguenses.
Por cierto, hay que decir que Alarcón Herrera, es un presidente municipal constitucional de Chilpancingo, ciudadano…
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